miércoles, 22 de enero de 2025

MEMORIAS DE NUESTRA GENTE MATAGALPA

Doña Pastora Laguna vendía comida por donde Juan Morales, vecina de don Pete Arauz, Salomón Castillo y los Donaire. Muchas personas llegaban a comer en su negocio, fue una persona muy colaboradora y le ayudaba a los más necesitados. Nos cuenta Sorer José Oyanguren que sus padres llegaban a comer dónde ella, señora muy honorable, tiene muy buenos recuerdos de ella.

José Rodolfo Callejas García la recuerda como Madre de un gran amigo, compañero de Colegio y gran jugador de Básquet Ball. Agustín (Tingo) Laguna de la promoción del INEP del 69. 

Amílcar González la recuerda muy bien su tía tenía una zapatería casi frente a la casa de Doña Pastora y compraba las tortillas ahí. 

Javier Blandón la recuerda como una gran señora, fue la mamá de la profe Karla Hernández, honrada, trabajadora, autosuficiente, generosa. Trabajó hasta sus últimos días, que Dios la tenga entre sus escogidos.

Eva Inés López Mendoza cuenta que fue gran amiga de su abuelita siempre la invitaba ir a la playa en esos entonces, era apenas una niña y cuando íbamos a la playa siempre usaban sus trajes de baño, muy bonitas se veían, lindos recuerdos.

Ligia Anderson dice que la recuerda muy bien, era amiga de su papá, fueron vecinos de frente donde era los Billares del Negro Anderson. Comprábamos tortillas, sopa y nacatamales. Señora muy servicial, también vendía pan, mujer luchadora ejemplo a seguir, descansa en paz.

Mary Scott dice que es inolvidable aquella cocina grande donde se hacia la comida, la sopa de mondongo y los nacatamales.

Carmen Elena Aldana Zeledón dice que tuvo el privilegio de conocerla, vecina del Barrio. Su Padre le abastecía de carne de Res.

Jorge Antonio Quiñonez dice que le vendía leña, se la llevaba desde Guapotal mientras que Marbeli Montoya la recuerda con su gran delantal con vuelo de encajes y grandes bolsas.

Gerardo Lugo Guevara cuenta que un servicio de comida para llevar era un bojo de comida que bien comían tres personas y quedaban satisfechas, además, era barato, muy amable era doña Pastora la conoció personalmente.

Sergio Antonio Sánchez Castillo asegura que era cantidad, calidad y sobre todo precio; ni hablar con la atención.

Heidy Isabel Blanco Roque nos comparte que la conoció ya estando muy adulta, Doña Pastora creía mucho en la Purísima concepción y ella siendo una adolescente era quien le rezaba su Purísima cada año, incluso le hice su novenario cuando falleció. Que Dios la tenga en su santa gloria, una señora muy buena y especial.

Darshell Hernandez dice: linda persona mi mamita bella, jamás negó un plato de comida a todo viejito q pasaba, ella siempre le daba comida. Como olvidarla si fue una gran persona, sus consejos los llevo siempre conmigo, su amor y su apoyo. Aprendí de todo con ella desde niña siempre me enseño y me educo mi viejita, siempre te recuerdo y vives en mí. 

Jeferyali Hernández nos cuenta que su abuelita era una gran persona, de buen corazón, siempre ayudo a quien lo necesitaba. ¨Te quiero mucho abuelita, te extrañamos mucho, que diosito te tenga en el cielo¨

Karla Patricia Laguna Ruiz dice que lo más importante es que vivió y murió rodeada de tanta gente que la amó y la seguimos amando. La mejor madre, abuela, tía, las palabras no alcanzan para describir la gran persona que ella fue. Fue feliz hasta el último día de su vida, con hijos nietos sobrinos a su lado.

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Renato Morales recuerda a Doña María Matus y dice: la conocí desde que tengo uso de razón y creo desde que abrí los ojos al mundo, así como a todas sus hijas y nietos Luisa Amanda, Teresa, Elbia Don Horacio, Félix Pedro, Santos, Doña Orfalia. Doña María un monumento moral de decencia, de trabajo duro incansable , era toda una industria la que ella tenía y había creado toda la familia trabajaba, yo también trabajaba mentalmente porque también me despertaba en el mismo momento que comenzaban a destazar vivíamos enfrente conocí a todos sus nietos hombres y mujeres , personas buenas buenos seres humanos , crecí mis años con el olor a la rica comida que se preparaba al ruido del destace a la habladera al bullicio de gente que desde temprano llegaban a comer o comprar algo Don Salvador Navarrete todos los días llegaba a buscar su carne para los embutidos , crecí con el sonido de canciones rancheras como serenatas porque los cantantes se tomaban su rato de descanso y se iban a sentir propiamente frente a la ventana de mi cuarto, y comenzaban con su repertorio de canciones de Javier Solís Pedro infante , yo viví la vida de doña María Matus, mujer ejemplar una tremenda mama y abuela y persona nadie de allí salía sin comer con dinero o sin dinero.

Mi papa Don Julio Morales Orúe , la admiraba siempre tuvo una expresión cariñosa hacia ella , también decía esta María es una mujer pencona , que su recuerdo permanezca siempre como referente para su familia y conocidos como una super mujer ejemplar, con cariño y un abrazo a todos sus familiares que tuvieron el privilegio de tener una mama y abuela como ella.

Aldo J. Castro Buitrago le respondió a Renato Morales: de alguna manera nuestras vidas están vinculadas a la descendencia de Doña María Matus. Tu sobrina Gioconda estuvo casada con Baltazar Reyes Parajón (Balto Reyes), nieto de Doña María Matus. En mi caso, mi tía Ada Luz Castro Flores fue la esposa de Horacio Reyes Matus (El Chingo Reyes, el tío Horacio), con quien procreó tres hijos, mis primos Roger Horacio Reyes Castro, Maritza Reyes Castro e Ivania Reyes Castro. Cuando niño llegaba con mi primo Roger Horacio, nieto de Doña María Matus, por unos minutos, ella se sentaba a descansar al lado de nosotros a vernos comer algo de sus manjares. Después era más difícil compartir con ella porque siempre estaba bien ocupada, recuerdos de mi niñez.

Baltazar Zeledón la recuerda como una incansable trabajadora. Conoció a doña María Matus en 1963 cuando tenía nueve años de edad y éramos vecinos. Recuerdo a Juan y Pedro Matus que junto con otros chavalos jugábamos Base Ball en el solar de un callejón cercano. Su casa de habitación, del Colegio Monseñor Carrillo dos cuadras al sur es un punto de referencia histórico y obligado para los Matagalpas. 

Gloria Elena Rivera Altamirano dice que su hija Elbia es el vivo retrato de su mamá. Mis recuerdos de ella eran sus deliciosos chicharrones, los famosos chicharrones de la MARIA MATUZ pasaron a la historia de los matagalpinos.

Danelia Portobanco dice que era muy alegre en el barrio la venta de todos los derivados del destace de Doña María. Leónidas y Juancito muy respetuoso cuando las chavalas llegábamos a comprar, doña María muy Cariñosa, todo aquel local super aseado, escuche muchas veces cantar a todo pulmón a Doña María, tengo lindos recuerdos de Doña María. Que perdure su recuerdo con el punto de referencia donde vive su hija Luisita hoy en día. Me encantó que la recodemos.

Les Soledad Reyes Parajón dice: yo soy nieta de esa inolvidable mujer, allí todo mundo trabajaba desde las 3 de la mañana, cada quien tenía su trabajo. Éramos 5 nietos, 2 Sobrinas y 4 hijos. El que destazaba se llamaba Tránsito y otro Armando, una hermana de mi mamá, Tía Lupe se encargaba de vender y recoger el dinero de los derivados de cerdo, etc. Es grande la historia, mi padre compraba cerdos y mucha gente llegaba a venderlos, allí eran grandes los chiqueros, se destazaban hasta 10 o más cerdos diariamente. 

Lidia Elena Matus Cárdena se siente muy orgullosa de ser matagapina y ser sobrina de ésa gran mujer doña María Matus Velásquez, mientras que Gissela LH Lanuza dice: Grande mi Mamaria, grande en humildad, en amor a los demás, en honestidad. Incansable trabajadora bella, hermosa, delicada y sencilla, ¡¡un ser humano excepcional...!! Recuerdo cuándo le peine su cabello con mi prima Isolina Lara días antes de fallecer, le pusimos rollitos, trabas y colitas y ella se dejó cómo que si sabía que pronto nos dejaría.

Yahaira Dávila nos cuenta sobre su tía, estaba muy pequeña cuando ella murió, pero aun así la recuerda con mucho cariño, su madre Nora Matus siempre le llevaba a visitarla. Los Matus somos muchos en Matagalpa, linda familia.

Mercedes Antonia Valenzuela Matus nos compartió su agradecimiento por recordar, a esa gran Señora, digna hija de Matagalpa, toda su vida trabajo sin descanso, sus deliciosos platillos, su gran Amor por sus hermanos vecinos, amigos. Quien no llegaba a su populoso negocio, con dinero y sin dinero, siempre comía sus deliciosas comidas, Felicidades a todas sus hijas y sobrinas, por tener a tan linda y trabajadora Madre y Tía. Gracias tía María por ser un ejemplo de mujer, llena de amor. Descansa en paz tía amada.

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Exzequiel Gutierrez dice: es y será un punto de referencia en nuestra bella Matagalpa, para todos aquellos que conocen la ciudad. Doña Sergia Herradora es una de esas personas que nos marcan un presente y un pasado, una historia, una anécdota cómo hay de ellas muchas, la mujer emprendedora y luchadora cómo es la mujer Norteña, una mujer de una calidad humana intachable. Ubicada su negocio en el barrio Fanor Jaén, sino mal recuerdo en la Calle Santa Ana.
Osman Mairena López recuerda que estudiaba en la escuelita privada de la maestra Marina de Blandón que quedaba contiguo a la casa de Chon Flores o frente a "La miel de los Gorriones". Doña Sergia tenía un sobrino que se llamaba Pedro que también estudiaba con nosotros y a quien no volví a ver jamás ni a saber nada de él, la venta de doña Sergia Herradora, era nuestro peregrinaje obligatorio antes o después de salir de clases de la escuelita.
Luisito Ortiz complementa a Osman Mairena López y dice: esquina opuesta estaban los Vilches, pero antes de que llegara esa familia ahí, todas esas casas eran de alquiler, ahí vivía el famoso mechudo, un taxista q era el chofer oficial de Juan guardia, acarreaba a la Chayo la Amparo y a Eddy hacia donde la mama en Chaguitillo.

Danelia Benavides De Arauz dice: ¡¡Como no recordarla!! Como una hermana, siempre que la necesitamos estuvo con nosotros en las duras y maduras, gran amiga de mi juventud bella persona, ¡¡mis padres la quisieron y mis hermanas también!! ¡¡¡¡Y cómo olvidar nuestro Barrio Guanuca!!!!

Ignacio Herrera recuerda que ahí le mandaba la Nacha a agarrar sus burros dinamita o rolter que eran los únicos que le aguantaban, presume que se los daba fiado. Es sobre todo es un punto de referencia en Guanuca dependiendo de la cuadra que anduvieras buscando. 
José Luís Montes Trujillo recuerda una anécdota: cuando jugábamos bola de calcetín, le quebramos un vidrio de una de las vitrinas de la pulpería de la Sergia y corrimos a escondernos. Después tuvimos un encuentro con el chilillo de tres riendas de cuero crudo.
Brando Martínez recuerda que vendía unos picos y unas semitas que llegaban a la venta de doña Sergia a eso de las seis de la tarde y salía corriendo a comprar antes que se terminarán, lindos recuerdos de esa venta y con la amabilidad que ella atendía.
Mabel Rostran la recuerda como la niña Sergia, con todos sus respetos, linda vecina muy querida en nuestro barrio. Así le acostumbraron a decirle sus padres.
Victoria Andino dice: Como no recordar esta hermosa mujer fue nuestra vecina barrio Guanuca, muy famosa su tienda, una mujer que trataba con mucho cariño a sus clientes, nunca estuvo mal humor. Decía a uno niño, cuidado chavala pierdes el dinero del vuelto, te daba en una bolsita el dinero. La recuerdo, ella quiso mucho a mis padres, Francisco Andino mi padre, un Barbero muy famoso también, que tiempos teníamos grandes personas muy conocidas en nuestra Matagalpa.
Damarilis Zeledón recuerda a la tía Sergia, un honor haberla conocido, y con mucho cariño digo una gran señora. 
Julio Zeledón dice: Muchas gracias por todos sus comentarios tan bonitos hacia mi madre, les prometo que se los leeré uno a uno, es bonito ver como quedan capturados en los comentarios aquellas anécdotas y recuerdos. Por cierto, el de la bola de calcetín en el vidrio estuvo muy bueno, gracias por todos sus buenos deseos.

José Hernández dice gracias Doña Sergia por sus virtudes, siendo un niño llegaba a su miscelánea, le fiaba comida a mi madre Doña Paulina Palacios, yo llegaba a retirar pan y otras cositas y usted en un cuaderno apuntaba el fiado. Gracias Doña Sergia por su buen corazón. 
Norma Fonseca recuerda a su amiga Sergia, vivió donde ella, es muy amiga de su familia. chineó a su sobrino Agustín Zeledón, a Julio Zeledón es amiga de su sobrina Sayda, Barinia y muchos más. Sergia Herradora conocida por todo Matagalpa. 

Juany Flores la recuerda como una excelente persona, muy bondadosa, alegre, amable, cariñosa. Ella y su mamá doña Teresa (qepd) fueron ángeles en mi vida y la de mi familia. Millones de bendiciones para ella.

María Antonieta Arauz recuerda sus posadas todas las navidades, que era grande la venta, alegre siempre sonriente, una mujer con muchos valores. 

Sandra Icabalceta la conoció desde que era chavala, siempre fuimos vecinas, recuerdo su hermana hacia fiestas y a escondidas con su hermana se iban a bailar.

Maritza Buschting Castillo cuenta que su familia vive en ese sector y cuando salían del colegio Perpetuo Socorro que dirigía la maestra Lola y pasaban comprando tortas de gato, riquísimas.



Esquina de Doña Sergia Herradora en septiembre de 1978 cuando la llamada  insurrección de los niños, foto compartida por Gustavo Antonio  Sáenz Zeledón.  https://www.facebook.com/photo?fbid=2205644722862263&set=a.679922445434506
 















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